Cuba y su ajiaco: Lo que nos “cuenta” el genoma cubano sobre nuestras madres africanas

Viajar al pasado y poder preguntarle a nuestros genes sobre él es algo completamente nuevo. La posibilidad que hoy tenemos de interrogarlos acerca de una larga historia que nos precede es un hecho que la doctora Beatriz Marcheco Teruel, califica de fascinante y revelador.

El resultado de 15 años de trabajo junto a un equipo del Centro Nacional de Genética Médica, que lidera, y a otras instituciones de la vida científica del país, como el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS),  así lo corrobora.

Los hallazgos presentados por la especialista este lunes en la Universidad de La Habana, en el taller “Legado africano de la mujer cubana: lecciones aprendidas desde el estudio del genoma cubano”, son el fruto de una investigación que contó además con la cooperación de científicos de Estados Unidos, Dinamarca y Alemania, “quienes apoyaron decisivamente en el apoyo tecnológico necesario para un estudio tan complejo como es el de las características genéticas de una población”.

A pocos días de haberse celebrado el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, este 25 de julio, contar la historia de 500 años atrás guardada en los genes cubanos es un modo de reconocer y legitimar con orgullo nuestra ancestralidad, que tiene— y la evidencia científica da cuenta de ello—profundas raíces en la “madre” África.

“Nosotros no salimos a buscar los datos, en el ADN, de la presencia de África en Cuba. Allí llegamos porque en el año 2005, un grupo de neurólogos, dirigidos por el doctor Juan Llibre Rodríguez, inquietos por el número de casos que acudían a las consultas de demencia de color de piel blanca, se hicieron una pregunta científica: ¿será que las personas de pieles no blancas, y particularmente de piel negra, tendrán algún factor que los proteja de padecer demencia?”, contó la doctora Marcheco Teruel.

Estudios genéticos en Cuba muestran que 39 por ciento de los hombres y mujeres del país descienden de una mujer africana, refirió la doctora Beatriz Marcheco Teruel, directora del Centro Nacional de Genética Médica. Foto: SEMlac Cuba.

Para responder esa interrogante había que estudiar personas con demencia y personas que no padecían esta enfermedad, pero era preciso también estudiar cuáles eran los porcentajes en su información genética que procedían de África, de Europa, de Asia, o de otras regiones a nivel internacional, dijo la directora del Centro Nacional de Genética Médica y presidenta de la Sociedad Cubana de Genética Humana.

“Justamente los estudios de la mezcla étnica a nivel del genoma son los que nos han ido dando cuenta de algo que los genetistas no concebíamos pensar que podíamos alguna vez abordar, y es el hecho de que los genetistas vemos nuestra relación con los genes como una especie de oportunidad para diagnosticar el presente y para anticipar el futuro. Un claro ejemplo lo tenemos cuando estudiamos un embarazo y hacemos determinadas pruebas genéticas que nos permiten hoy tener anticipadamente nociones de si hay algún defecto genético en camino”, refirió la experta.

Tomado de : http://www.cubadebate.cu

Universidad de Las Tunas
Ernesto Alejandro Campos Domínguez

Ernesto Alejandro Campos Domínguez

Webmaster de la Universidad de Las Tunas, Cuba.