Las Tunas, a las puertas de su cumpleaños

Las Tunas.- La mayoría de los residentes en la ciudad de Las Tunas la aman así como es, con su sencillez y su nobleza, y con la dignidad de quien resurge- literalmente- de entre las cenizas, cuál Ave Fénix, para mantener su hidalguía y crecer en población e inmuebles.

Casi todos nacimos después de 1959 y solo conocemos lo que vemos. Pero, hay mucho más porque en ese pequeño casco histórico hay diversas leyendas, espacios que fueron y ya no son y otros que transformaron no solo su fachada sino su función social.

En las últimas décadas, esta humilde comarca se ha puesto linda y ha crecido hacia todos los puntos cardinales, lo que se admira en nuevos barrios y asentamientos. Y en todos reside una población que vive, trabaja, sueña y construye.

Nosotros desconocemos cómo fueron las calles de esta localidad, qué función tenían las construcciones más antiguas, cuáles fueron los primeros medios de transporte o cómo vivían los tuneros de entonces. Tampoco sabemos de sus costumbres, miedos o alegrías.

Para conocerlo no bastan las horas de conversación con algún anciano de memoria despierta y verbo fácil, sino que el alma exige, o mejor ruega, ver imágenes que nos permitan comparar y decir si ahora Las Tunas es más o menos linda y que hasta nos motiven a hacernos muchas preguntas.

Los textos impresos de los periódicos de aquellos años y las fotografías atesoradas con mucho celo en el Archivo Histórico son el hilo que nos ata a un período que no conocemos. Por eso encontrar y apreciar antiguas fotografías de este pueblo que nos vio nacer es una dicha grande.

¿Cómo era el céntrico hotel Plaza y dónde se ubicaba? ¿Lucía mejor o peor el parque Vicente García cuando era cuadrado? ¿Qué tal estaban nuestras calles? ¿Cuántos carteles de anuncios había en la ciudad? ¿Cuáles eran las construcciones más lindas? La nostalgia por lo que no llegamos a ver se adueña del corazón de muchos.

Comparar imágenes antiguas con las actuales nos hace aprender de otras etapas, las que vivieron nuestros abuelos o tal vez nuestros padres, y nos garantiza que otros, de generaciones más nuevas, valoren lo que ahora tenemos.

Ese es un buen regalo para la ciudad, a las puertas de su nuevo aniversario. Y también para nuestro intelecto, que recibirá con agrado las curiosidades y viejas fotografías que encontremos para conocer pedazos de historia que ya no existen y realidades que aún nos sonríen, aunque transformadas por el tiempo.

Tomado de : https://www.tiempo21.cu

Universidad de Las Tunas
Ernesto Alejandro Campos Domínguez

Ernesto Alejandro Campos Domínguez

Webmaster de la Universidad de Las Tunas, Cuba.