Esta disciplina integra los fundamentos teóricos y metodológicos investigativos esenciales para la adecuada comprensión y valoración reflexiva de los fenómenos del campo de la comunicación social (profesional, educativo e investigativo).

La disciplina propone integrar en un cuerpo unificado de conocimientos y habilidades, aquello que se relaciona con el dominio de los lenguajes naturales básicos que actualmente el hombre emplea para su comunicación directa e indirecta, y que sirven de sustento a los lenguajes generados por los medios tecnológicos y a las formas de hacer comunicación de manera profesional en los diferentes ámbitos de desempeño humano y social como: los institucionales, los comunitarios o los mediáticos. Para ello apelará a un proceso de enseñanza?aprendizaje centrado en el saber hacer propiciando ejercicios de buenas prácticas.

El desarrollo de esta disciplina ha sido muy instrumental y heterogéneo, marcado por un conjunto de prácticas oficiosas y profesionales como la comunicación interna (también denominada organizacional), la publicidad y las relaciones públicas, más recientemente la comunicación corporativa con visión integrada de lo interno y externo, del papel imprescindible de la identidad visual como identificador básico y en función de la imagen y reputación corporativa, así como de la mercadotecnia de productos y servicios, para lo cual se emplean múltiples técnicas y procedimientos con diversos fines, fuerte énfasis en las organizaciones con fines de lucro, para la acumulación de plusvalías y por ello la función propia del poder gerencial se identifica con la política de promoción comunicativa, sirviendo como un instrumento de consolidación de la hegemonía capitalista.

La comunicación pública constituye un espacio donde participan disímiles actores sociales: individuales, grupales e institucionales. Mediante ella se expresan y resuelven un conjunto significativo de procesos comunicativos, fuertemente imbricados con las dinámicas económicas, ideológicas, políticas y culturales de la sociedad, siendo el comunicador social estratega, facilitador y gestor de estos procesos.

La disciplina Comunicación y Desarrollo atenderá los procesos de comunicación que tributan a las agendas del desarrollo, entre las cuales destacan educación, medio ambiente, salud, género, gobernabilidad, economía y ciencia. Se entenderá el desarrollo según las conceptualizaciones críticas y humanistas más actuales, lo que significa entender la dimensión territorial y el carácter dinámico del desarrollo. Resultará clave la problematización en torno a la participación y la educación para la comunicación, procesos de mucha importancia para el empoderamiento ciudadano y la transformación social. Asimismo, se analizarán propuestas metodológicas que permitan la planeación estratégica de esa gestión. Incluye, además, contenidos que contribuirán a la formación pedagógica de los estudiantes. Para ello prevé tres asignaturas: Comunicación y Educación; Comunicación para el
Desarrollo pertenecientes al currículo base; y Comunicación de agendas de desarrollo del currículo propio.